
1. Reconocer y procesar las emociones
Superar una infidelidad comienza por aceptar lo que sientes: dolor, rabia, tristeza o confusión. Negar o reprimir estas emociones puede prolongar el sufrimiento. Permitirte expresarlas, ya sea conversando con alguien de confianza o mediante apoyo psicológico, ayuda a liberar la carga emocional y a comprender qué necesitas para sanar.

2. Reconstruir la confianza y el sentido personal
El siguiente paso es decidir si deseas continuar o cerrar la relación. En ambos casos, es importante trabajar en recuperar tu seguridad personal y establecer límites claros. La terapia individual o de pareja puede acompañar este proceso, ayudándote a transformar la experiencia en una oportunidad de crecimiento y a proyectar relaciones más sanas en el futuro.

